Viajes El otro viaje interior a lo desconocido.

Viajes
Desde la antigüedad los humanos han tenido una necesidad de trascender, a través de la religión, ritos o drogas han buscado lo desconocido o innombrable, sea la necesidad de saber que hay más allá de la muerte física del cuerpo, con ayuda del ayuno, meditación, rezos, penitencias o drogas se dice que se han obtenido experiencias místicas que aunque momentáneas daban a conocer una nueva dimensión a la vida.

En los libros de Aldous Leonard Huxley: Las Puertas de la Percepción y Un Mundo Feliz se narran muchas de estas posibilidades incluyendo una droga ficticia en el futuro, el Soma que daría la felicidad a los seres humanos.

La antigüedad del uso de las drogas se remonta a la edad de piedra, de donde se han encontrado restos de adormidera (opio) de como 4 mil años de antes de Cristo, también el uso del cáñamo se remonta a los inicios de la civilización en China.

Quiero señalar el grupo de los alucinógenos: LSD, setas mágicas, peyote, ayahuasca, DMT y otras.

Las setas y el peyote se han utilizado desde los druidas hasta los brujos o curanderos de hoy en día, las visiones que se obtienen en el uso de ellas es como un viaje al otro lado por unos minutos o por horas.

Uno trasciende y logra un éxtasis místico similar a lo que obtenían los religiosos después de muchas horas de meditación, por eso el uso por pura recreación no es muy recomendable, una de las experiencias mas fuertes la conseguí con el DMT, por 20 minutos me sentí en un lugar sin dolor y sin cuerpo donde toda la realidad exterior se transformaba en un juego molecular a pedazos como en un calidoscopio, es difícil transmitir esta experiencia a través del lenguaje de las palabras ya que está mas allá de ellas.

Con la ayahuasca que es un proceso mucho más complicado, pero las visiones planetarias y del cosmos son muy interesantes y siempre aparecen serpientes, los siguientes días a la experiencia uno se siente limpio y lleno de energía.

Con el peyote, mescalina y LSD se tiene una unión con el entorno casi paradisíaca, o también puede darse lo contrario de descender al infierno, depende del estado anímico de la persona individual.

No recomiendo el uso de ninguna droga y si se hace se debe hacer con mucho respeto.

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